La figura del “prosumidor” (productor y consumidor) de energía comienza a tomar forma en Tucumán. La Legislatura sancionó, recientemente, la ley que establece las condiciones administrativas, técnicas y económicas para la generación distribuida de electricidad a baja escala, mediante paneles solares. De este modo, una familia, por ejemplo, podrá generar energía para consumo propio, con paneles fotovoltaicos instalados en su domicilio. La novedad de la ley, y que explica el concepto de “prosumidor”, es que el usuario podrá inyectar en la red de distribución el excedente de la energía que produzca con su propio equipo de generación.
El espíritu de la ley es fomentar el uso de energías limpias en Tucumán. Pero además, los usuarios que generen su propia energía, mediante los paneles solares, y que vuelquen el excedente al sistema de distribución que administra la empresa EDET, obtendrán una reducción en la facturación del servicio. No obstante, la implementación de este esquema aún debe reglamentarse, según explicó el legislador Eduardo Cobos, titular de la Comisión de Energía del Parlamento tucumano. Este proceso de reglamentación comenzará a principios de 2017. “Desde la Comisión de Energía, le sugerimos al Poder Ejecutivo que para reglamentar la ley convoque a las universidades, a EDET y al Ministerio de Producción, de modo que surja una regulación que beneficie a todos”, subrayó Cobos.
La ley que sancionó la Legislatura prevé mecanismos para financiar la compra de paneles solares, mediante créditos de la Caja Popular de Ahorros (CPA). Pero este esquema también está sujeto a la reglamentación. Jorge Augusto González, docente de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNT, señaló que en la reglamentación se buscarán mecanismos para que la inversión inicial destinada a la compra de los paneles, sea amortizada en un período de cinco a seis años, con el pago de una tarifa diferencial para la energía producida por el sistema fotovoltaicos. Este aspecto también se analizará cuando se analice la reglamentación de la normativa.
Costos y mediciones
La inversión para comprar un generador fotovoltaico ronda los $ 100.000. Este monto incluye el inversor, que convierte la corriente continua en alterna, las protecciones, los conductores de energía, la estructura para montar los paneles y la mano de obra.
Si en promedio, una familia tucumana consume alrededor 450 kilovatios hora (kWh) de energía por bimestre, según detalló González, esta demanda podría cubrirse con un sistema de paneles que generen 2 kilowatios pico (kWp) de potencia por año. Estos equipos ocupan unos 14 metros cuadrados. “Considerando que el costo de este sistema está en el orden de los U$S 3 por Wp, el valor total del sistema rondará los $ 100.000. En la Argentina aún no existe un precio establecido, ya que el mercado no maduró lo suficiente. Con la implementación de la ley, y a medida que se incremente la cantidad de ‘prosumidores’, los costos disminuirán”, insistió González.
Por su parte, Patricio Levy, experto en energías renovables, e integrante del equipo que instaló en el estacionamiento de la Facultad de Ciencias Exactas un techo que funciona como garage con paneles fotovoltaicos, advirtió que la ley que aprobó la Legislatura establece el uso de medidores, que deberá proveer EDET. Sobre este punto, aclaró que se pueden instalar dos tipos instrumentos: uno bidireccional o dos de medida, que registren la generación y el consumo de energía de la red. Los medidores calcularán el saldo neto entre lo generado por el sistema y lo consumido de la red. “Esto es importante, porque permitirá calcular el precio de la energía excedente que se volcará a la red. Pero todo esto todavía hay que reglamentarlo”, remarcó Levy.
Por último, los entrevistados coincidieron en que el uso extendido de energías renovables en Tucumán tendrá, no sólo un impacto ambiental, sino también social y económico. “La instalación, el mantenimiento y el ensamblaje de equipos requerirá de capacitaciones. Esto generará empleo en las economías regionales y arraigo en las poblaciones. También mejorará la calidad de la red de distribución y ayudará a que los usuarios cuiden la energía. Todo esto se traduce en beneficios económicos para los usuarios y para la empresa distribuidora”, finalizó Levy.
Un “prosumidor” de Santa Fe redujo de $ 1.600 a $ 560 su boleta de luz
Un usuario del servicio eléctrico de Santa Fe instaló en su casa paneles solares y comenzó a inyectar energía en la red de distribución. Así, consiguió que su factura de luz bajara de $ 1.600 a $ 560, según publicó el sitio Unosantafe.com.ar. El gobierno santafesino impulsó un plan de compensaciones monetarias para quienes compren paneles fotovoltaicos. Este programa oficial permite que los usuarios amorticen los generadores.